Cuarto de siglo.

lunes, 23 de julio de 2012

Mi cumpleaños ha pasado, y recuerdo que antes solía escribirme algo. En esta ocasión no se porqué no pude hacerlo. Quizá fue porque todo lo que pensaba decirme ya me lo había repetido muchas veces atrás. O quizá solamente no me lo escribí por flojera. Sea cuál sea la razón, la verdad es que no importa en lo más mínimo.

Ahora me encuentro en un momento de mi vida donde se acercan muchos cambios. He cumplido 25 años, un cuarto de siglo. Y me siento excelente, con altas y bajas, como todos. Tengo a mis papás juntos, un novio que me ama, un trabajo modesto y continúo esforzándome día con día para concluir mi carrera.

Recuerdo que, antes me molestaba bastante el echo de que me dijeran - no manches, tienes veintitantos años ¡Que vieja estas! - pero ahora, la verdad es que me complace tener VEINTICINCO AÑOS, pues a lo largo de todo este tiempo he aprendido cosas valiosas, he dejado atrás viejas experiencias, amargos recuerdos, he triunfado en cosas que me propongo, he conocido lugares, costumbres, sabores, personas, etc.

Todo cambio es para bien, siempre es bueno comenzar desde cero, y como antes solía repetirme - Comenzaré desde cero, corrigiendo mi YO entero - y así lo he echo. He podido mejorar ciertos aspectos de mi persona que me desagradan o desagradaban mucho. Aunque el único que me es en verdad difícil, es ser puntual. Pero ya lo mejoraré.

Me gusta escribirme este tipo de cosas porque así, me recuerdo que la mejor amiga y al mismo tiempo, mi peor enemiga, soy YO misma. Los amigos se dan consejos, se apoyan en aquellos momentos difíciles. Los enemigos nos hacen ver nuestras debilidades, nuestros errores, que, aveces por nuestro egocentrismo o egoísmo no queremos ver. Esta dualidad, es esencial en mi, o al menos así lo considero en mi muy personal parecer.

Me siento feliz por estar en donde estoy, haciendo las cosas que hago, conviviendo con todas aquellas personas que me rodean, amando al mejor hombre que he conocido, viviendo todas estas experiencias, y lo mejor de todo, aprendiendo día con día.

Me doy gracias por no haber tirado la toalla nunca, por siempre levantarme de todas las adversidades, de por fin aprender a pensar antes de hablar o actuar, de tener paciencia ante cualquier problema, persona o situación, por abrir mi corazón y haber dejado entrar el amor, ese amor puro y sin tapujos que tanto anhelaba y buscaba.

Soy Gabriela Nigenda burguete, y tengo veinticinco años de vida.

1 comentarios:

Guapuuras dijo...

Wow muy bien tocallita!! Guapuuras comenta :D