pueden contarnos historias, adentrarnos a otro mundo, uno en el que todo es diferente,
donde los pensamientos se detienen y pasan en cámara lenta.
Me agrada sentir el latir del corazón en mi yugular, me recuerda que sigo viviendo,
me intriga saber como es que respiro sin que olvide hacerlo,
por más tapada que tenga la nariz... pero el efecto ahí sigue.
No me gusta sentir el espacio desocupado que existe en mis brazos, mi cualidad
es abrazar, mi necesidad es tenerlos ocupados... llenos... abastecidos.
Me agrada salir a caminar, observar el alrededor, imaginar formas chistosas
en las nubes, brincar y juguetear en los charcos. Es increíble como cosas naturales
nos rodean, y nos llenan de alegrías, pero aveces huimos de ellas.
Hace unos días, desperté con la necesidad de atarme a la cama y no levantarme,
deseaba quedarme ahí, pues aparte del frío que se sentia, el calor que habían dentro
de ella, era demasiado agradable.
1 comentarios:
Publicar un comentario