Sentidos

martes, 2 de agosto de 2011


Es sofocante, doloroso y persistente aquel sentimiento de la incertidumbre.
El palpitar de mi corazón retumba en cada parte de mi cuerpo,
puedo sentir como se hace mas repetitivo a medida de que contengo las ganas de llorar.
Puedo sentir las venas de mi cuello, de mi cabeza, de mis manos ponerse rígidas.
Tengo miedo de dormir, y de encontrarme sumergida en aquellas pesadillas
que me roban el aliento, que me hacen temer de la obscuridad ... incluso de mi.
Tengo miedo de despertar un día y darme cuenta que han robado mi voz.
Tengo miedo de quebrarme.

Cierro los ojos, y le ordeno a mi cerebro que contenga las lagrimas,
pues, no existe motivo para que estas salgan a bailar esta noche.
Cierro los ojos y te veo.
Tomo mis manos y las pongo sobre mi pecho, puedo sentir de nuevo mi corazón
y su melodía, me hace recordar que vives ahí y que no te iras.

Mis oídos se concentran en recordar el sonido de tu voz y reproducirlo solo para mi.

- Te amo -

Esa dulce melodía no deja de escucharse dentro de mi cabeza, de mi cuerpo y de mi piel.
Podría escucharla todos los días, todos mis días... Todos nuestros días.
Mi nariz percibe el olor de tu cabello, y me hace recordar cuando lo acaricio o lo peino.
Ésta mi nariz, que ha recorrido cada centímetro de tu piel,
para grabarse por siempre su olor y así llevarte a todas partes.

Todos juegan un papel importante, todos son complementos.
Uno no funciona sin el otro.
Son uno mismo.